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El duelo en la mediación

Por: Dr. Adrián Román Hernández 

¿Usted ha perdido un ser querido?, ¿está pasando por un proceso de ruptura sentimental?, ¿separación de su esposo(a) concubino (a)?, ¿lo despidieron de su trabajo? etc., usted pasó o esta pasando por un proceso de duelo. Algunos autores lo definen como el proceso que experimentamos tras una pérdida significativa, aunque cada persona vive el luto de manera única. 

Desde la perspectiva psicológica, el duelo es un proceso complejo del ser humano que involucra múltiples dimensiones: emocional, cognitiva y conductual, es decir involucra en su conjunto al ser humano en su aspecto biológico y psíquico. Las teorías clásicas, como las de Freud y Kübler-Ross, nos hablan de fases y etapas que ofrecen un marco para entender cómo las personas atraviesan la experiencia de la pérdida y sobre todo como abordarlas en un proceso de mediación, te las explico, en orden sucesivo e involucrando diversas emociones: 1. negación: la persona se resiste a aceptar la realidad de la pérdida, se cuestiona como «no puede ser verdad» o «esto no está sucediendo», en algunas mediaciones hemos encontrado que las personas niegan que la ruptura sea real. La negación actúa como un mecanismo de defensa inicial para amortiguar el impacto emocional; 2. enfado: es una reacción natural ante la pérdida, puede dirigirse hacia la situación, hacia uno mismo o hacia otros. Es importante reconocer y aceptar esta emoción para procesarla adecuadamente, por ejemplo, hemos encontrado que los mediados culpan al “otro” pero niegan parte de su responsabilidad en el origen y desarrollo del conflicto lo cual no les permite avanzar; 3. negociación: en esta fase, la persona “piensa” con revertir la situación o hacer acuerdos para evitar la pérdida, pero sin genuinamente superar el origen del problema, algunos autores señalan que esta etapa es breve y agotadora, en mediación encontramos que las personas “hacen” “acuerdos” “rápidos” sin realmente cambiar profundamente para superar el conflicto; 4. miedo o depresión: la tristeza profunda, la incertidumbre ante el futuro y el vacío emocional caracterizan esta etapa, la persona se siente agotada y puede pensar que el dolor nunca desaparecerá. A pesar de ello, es desde este punto que se puede comenzar a reconstruir la vida futura. En mediación encontramos que las personas no se “encuentran” realmente preparadas para resolver el conflicto, la relación no se encuentra equilibrida y una de ellas se encuentra en algún grado de vulnerabilidad frente a la otra, debemos equilibrarla en el proceso; 5. aceptación: en esta última etapa no se trata de «superar» la pérdida, sino de aprender a vivir con ella. La aceptación de acuerdo a algunos autores implica integrar la ausencia en la vida cotidiana y permitir que forme parte de nuestra experiencia. Hasta este momento, los mediados pueden “optimamente” llegar en mediación a un acuerdo que realmente sea respetado y cumplido entre ellos, pues buscaron y construyeron el acuerdo por sí mismos. Por lo expuesto, el duelo no es un camino lineal, sino más bien un laberinto de emociones y recuerdos donde cada individuo avanza a su propio ritmo, lo importante es superar cada una de dichas etapas.

En la mediación, el duelo adquiere una dimensión adicional. No se trata solo de la pérdida de un ser querido, sino también de la pérdida de una relación, de un proyecto de vida compartido o de expectativas profesionales. La mediación ofrece un espacio seguro donde las partes pueden expresar su dolor, reconocer sus emociones y trabajar hacia una resolución que honre lo que han perdido. El mediador, en este contexto, actúa como un facilitador del duelo, ayudando a las partes a transitar por sus emociones y a encontrar un nuevo significado en su experiencia. La empatía y la escucha activa son herramientas clave en este proceso, permitiendo que el duelo se transforme en un puente hacia el entendimiento mutuo y la reconciliación. La intervención psicológica es fundamental cuando no sea posible superar adecuadamente dicha experiencia, en la mediación es fundamental para abordar el duelo de manera efectiva.  El duelo, ya sea en el ámbito personal o en el contexto de la mediación, representa una oportunidad para el crecimiento y la transformación. A través de la comprensión y el manejo adecuado del duelo, podemos facilitar la resolución de conflictos y promover una cultura de paz y entendimiento. La mediación, enriquecida con los aportes de la psicología, se convierte así en un camino hacia la sanación y la reconstrucción de vínculos significativos.

En el centro privado acreditado número tres “juntos construyamos acuerdos” estamos capacitados para ayudarle en su conflicto, somos expertos en el manejo de emociones, incluyendo el duelo, estamos para ayudarle.